La Nicaragua que soñamos e impulsamos es una sociedad solidaria, con equidad.
En particular, frente a una dictadura criminal es imperativo convocar a la solidaridad, el apoyo mutuo y la protección a quienes se encuentran en peor condición, a quienes sufren represión y distintas formas de discriminación, exclusión o invisibilización de cualquier tipo. Respaldar a las víctimas de la violencia en su búsqueda de justicia es nuestro compromiso.
Más de dos millones de nicaragüenses viven en condición de pobreza y extrema pobreza.
Unamos se compromete a lograr que ningún nicaragüense, hombre o mujer, siga viviendo en extrema pobreza y que cada persona pueda comer tres tiempos con dignidad; que no haya niñas y niños padeciendo desnutrición; que cada niña o niño en condición de pobreza acceda a la merienda escolar, a su mochila y zapatos para asistir a la escuela; que no sean obligados a trabajar, explotados sexualmente o víctimas del abandono y la marginalidad.
Impulsaremos políticas y acciones de prioridad para favorecer el desarrollo integral de la infancia y la niñez, con seguridad, sin violencia, con oportunidades.
Promoveremos un esfuerzo unitario para llevar a cabo un Plan Integral de Lucha contra la Pobreza y la Pobreza Extrema que ofrezca oportunidades de trabajo y emprendimiento a las familias que viven en esa condición y se extienda a todo el territorio nacional, mejorando la vida de las familias y comunidades.
Los programas sociales oficiales han sido usados para beneficiar a personas afines al poder político establecido. Desde Unamos impulsaremos programas sociales gubernamentales que favorezcan a quienes los necesiten, desterrando las prácticas clientelistas, la corrupción y el favoritismo. Ningún nicaragüense debe ser forzado a vender su voluntad para acceder a lo que es su derecho.
Creemos en una sociedad sin discriminación, ni marginación para persona alguna, sea por su filiación política, credo religioso, orientación sexual, identidad de género, ideología, condición etaria, etnia o raza a la que pertenece, situación social o económica. La discriminación y la marginación afecta la cohesión social, nuestro progreso como pueblo y como nación.
Cada nicaragüense tiene derecho a crear y formar una familia y a disfrutar de la protección del Estado para ello, en igualdad de condiciones, sin discriminación.
Nicaragua es un país con diversidad étnica, cultural y lingüística. Unamos está comprometido con el desarrollo de nuestra identidad como nación multicultural y pluriétnica, con la lucha contra todo tipo de manifestación racista y discriminatoria.
Creemos en una sociedad solidaria con equidad e igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres. Asumimos el compromiso de promover una sociedad sin violencia, sin explotación, ni discriminación hacia las mujeres.
La violencia hacia las mujeres, niños y niñas y los crímenes de odio son un grave problema nacional que lesiona a todas las familias.
Creemos que hay que enfrentar la violencia desde el sistema educativo y todos los ámbitos, con instituciones que hagan prevención y realmente protejan el derecho a la vida y a la integridad física y psicológica de cada nicaragüense.
Promoveremos políticas que reduzcan la brecha entre hombres y mujeres en el acceso a los espacios de decisión, a los puestos de trabajo, a la propiedad y a los bienes y que contribuyan a reducir la inequidad en las relaciones familiares y sociales.
De igual manera, impulsaremos una reforma a la Constitución y a la Ley Electoral para hacer efectiva la paridad de acceso de hombres y mujeres para ocupar cargos de elección en el Estado.
En Unamos consideramos esencial que se creen políticas de protección social a quienes han llegado a la tercera edad en condición de indigencia o de extrema pobreza, para que tengan condiciones que aseguren su subsistencia con dignidad y decoro. Creemos en promover valores de respeto, afecto, acompañamiento y protección a nuestros mayores por las familias y la sociedad en su conjunto.
Amplios sectores de la sociedad nicaragüense sufren distintas condiciones de discapacidad por diversas causas, incluyendo las secuelas de la guerra de los setenta y los ochenta. Es indispensable establecer políticas y acciones que contribuyan a que las personas con alguna discapacidad tengan oportunidades de empleo, estudio, superación y rehabilitación integral.
Promoveremos políticas públicas de ayuda psicosocial orientadas a las personas que aún padecen traumas de guerra.
Impulsaremos que las instituciones del Estado cumplan lo establecido en la Ley de Derechos de las Personas con Discapacidad.
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