Mensaje de año nuevo de Unamos
El 2023 ha terminado con un saldo mayor de presos políticos y la feroz persecución a la Iglesia Católica, con el secuestro en los últimos días de diciembre de al menos 17 sacerdotes y 2 seminaristas, incluyendo al Obispo de Siuna, Isidoro Mora; Monseñor Carlos Avilés, Vicario General de la Arquidiócesis de Managua; Monseñor Silvio Fonseca, Vicario de Familia, Niñez y Juventud; y Monseñor Miguel Mántica, Párroco de la Iglesia San Francisco de Asís.
Ellos se suman a los más de cien presas y presos políticos, entre los que se encuentra Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, cifra que no ha dejado de aumentar desde que en febrero pasado fueron excarcelados y desterrados 222 presas y presos políticos, producto de la presión nacional e internacional.
La represión del régimen alcanzó a las universidades privadas que fueron cerradas, incluyendo la Universidad Centroamericana (UCA) y, al concurso de Miss Nicaragua y Miss Universo, conllevando al destierro de Karen Celebertti, dueña de la franquicia, y de su hija, así como el encarcelamiento de su esposo y de su hijo. Ministerios evangélicos también están siendo objeto de persecución, con más de 10 líderes presos.
El miedo del régimen se extendió dentro de las instituciones del Estado. Una purga se ha estado ejecutando en el sistema judicial, su presupuesto recortado y más de mil personas despedidas. Se ha iniciado una barrida en las instituciones públicas, con despidos masivos y orden de silencio a quienes salen. La dictadura canceló el derecho a indemnizaciones por antigüedad, robándole a miles de funcionarios, su dinero acumulado. Fue liquidada la autonomía universitaria y se eliminó, de hecho, el 6% del presupuesto establecido para las universidades. El Ministerio de Gobernación fue convertido en un apéndice de la policía y de su misión represiva, consolidando el estado policíaco. A la fecha más de un millón de compatriotas se encuentran fuera del país, exiliados o emigrados buscando trabajar en paz y sin persecución. Centenares han sido desterrados y desnacionalizados.
Sin embargo la dictadura se debilita cada día, aislada internacionalmente y repudiada por la mayoría del pueblo nicaragüense, incluyendo a miles de sus antiguos simpatizantes que rechazan sus acciones. El régimen de los Ortega Murillo solo ofrece desempleo, pobreza, represión, persecución, inseguridad, robo, humillaciones y discriminación.
En 2024 seguiremos avanzando para lograr una Nicaragua con paz, democracia, justicia y oportunidades, luchando por:
• La libertad incondicional de presas y presos políticos.
• El cese de la represión y las violaciones a nuestros derechos humanos.
• El respeto a nuestro derecho a la libertad de expresión, organización y movilización.
• La plena libertad de culto y el cese de la persecución a las iglesias.
• Respeto a la propiedad privada y comunal de los pueblos indígenas.
• El cese de los despidos masivos y del robo de las indemnizaciones a los empleados públicos.
• Elecciones libres, transparentes, justas y competitivas.
Continuamos aportando nuestro mejor esfuerzo para lograr la más sólida, plural y democrática unidad opositora. A la comunidad internacional le solicitamos que, en este nuevo año, redoble las sanciones a quienes violan nuestros derechos humanos y las libertades que nos concede la Constitución.
El pueblo nicaragüense seguirá enfrentando con entereza, dignidad y valentía, la represión y persecución, convencidos de que lograremos una Nicaragua con justicia y libertad.
¡De que se van, se van!
#PatriaLibreParaVivir
Managua, 1 de enero de 2024
Comments are closed.