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La deuda de la oposición

Héctor Mairena*

El año 2024 plantea a las fuerzas democráticas el gran reto de avanzar sustancialmente  en la construcción de una plataforma unitaria. Unidad que debe plantear con claridad la salida del orteguismo -objetivo en el que todos estamos de acuerdo- y también perfilar la transición democrática.

A casi seis años de la rebelión ciudadana de abril del 2028, está claro que esa unidad no se ha concretado. Las razones son varias y desde diferentes posiciones se pueden alegar distintas causas. El punto es que no haberla logrado es la gran deuda de las fuerzas opositoras con la ciudadanía nicaragüense.

Ciertamente, la concreción de la ansiada e invocada unidad, no significará la conquista inmediata de la democracia, pero sí acercará ese momento. La dictadura está atrincherada en su fortaleza, disparando y reprimiendo, hay que sitiarla unidos hasta derrotarla.

En el año 2023 se dieron avances y acercamientos entre las fuerzas opositoras. Algo se ha avanzado. Pero ¿por qué no se ha logrado la unidad?

En primer lugar, debe señalarse que el contexto represivo, la persecución y el encarcelamiento de una parte del liderazgo opositor en el 2021, es un hecho que marcó a la oposición. Hoy la represión todavía condiciona toda actividad, limita enormemente las posibilidades del diálogo constructivo para formular una plataforma común y dificulta el funcionamiento de cualquier esquema organizativo dentro del país.

De otra parte, la labor del régimen para torpedear los esfuerzos unitarios, aunque subrepticiamente, no puede ser ignorada.

Pero por sobre  todo han impedido cristalizar la unidad, las pretensiones de control, las intenciones hegemonicas a priori y la anteposición de posiciones ideológicas a la necesidad de la unidad. Y más recientemente la extrapolación de fórmulas en contextos distintos a la realidad nicaragüense.

En Nicaragua la contradicción principal es entre las fuerzas democráticas y la dictadura. El orteguismo es el adversario de todos. Eso abre la posibilidad de un arco de alianzas amplio y plural. Ofrece riqueza de variantes, que toda vez que actúen en concordancia con el objetivo de salir de la dictadura y lograr un tránsito a la democracia, con justicia, libertad y enfoque inclusivo, será exitosa.

En ese arco de alianzas, no se trata de renunciar a las identidades ideológicas de cada quien. Por el contrario, es preservando esas identidades que se debe construir una plataforma plural y unitaria que logre una salida democrática. Una salida a medias, o excluyente -desde ahora- en nombre de ideologías, mantendrá con aire al orteguismo y será caldo de cultivo para nuevas crisis.

Tenemos una deuda con la ciudadanía y en el 2024 está la oportunidad de empezar a saldarla.

*Miembro de la Junta Directiva Nacional de Unamos y del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco

Posted on 2 de enero de 2024 in Democracia, Zona Naranja

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